jueves, 13 de enero de 2011

ESTADOS UNIDOS: CRISIS, ESTANCAMIENTO Y CAPITAL FINANCIERO

Víctor H. Palacio Muñoz*

Producto interno bruto e inversión
El comportamiento de la economía de los Estados Unidos de América (EUA) es notoriamente delicado: la tasa media de crecimiento trimestral (TMCT) del PIB entre el primer trimestre de 2006 (cuando inicia la declinación económica) y el segundo de 2010 fue de -0.2%; y la TMCT a partir de la constatación de la crisis (primer trimestre de 2008) al primer semestre de 2010 llegó a -0.4% (BEA, 2010). Esto es, la economía norteamericana lleva cuatro años debatiéndose entre la crisis y el estancamiento económico.
La acumulación de capital está permanentemente en números rojos a partir del 2006, llegando al -35.4% en el primer trimestre de 2009. Esto dio como resultado una TMCT de -3.9% de 2006 al segundo trimestre de 2010; y una tasa trimestral promedio de -7.1% en los años de crisis de 2008 hasta 2010.
La situación evidencia que la economía de EUA está lejos de la recuperación y su tendencia clara es hacia la crisis y, en el mejor de los casos, hacia el estancamiento.
Para que la inversión pueda llevarse a cabo se requiere de diversas fuentes de financiamiento. En el caso de la economía de EUA es importante resaltar que el origen del capital tiene cinco fuentes principales: la reinversión, los préstamos, el ahorro de los capitalistas, el ahorro gubernamental y el ahorro de la población.
El ahorro privado neto llega al 26% en 2010, siendo la segunda fuente de financiamiento la reinversión de capitales o ganancias no distribuidas que se mantiene fluctuando entre un 35% y 42%, el ahorro personal anda del 20 al 29%, el ahorro del gobierno no es significativo; en cambio, el de hogares e instituciones se vuelve fundamental ya que anda en el orden del 40%. Es decir, las empresas se financian en menos del 50% con recursos propios y lo demás es transferido por la población y algunas instituciones privadas y sociales.
Finalmente, para que el proceso de acumulación pueda concretarse, se requiere una tasa de acumulación que permita generar los satisfactores que la sociedad demanda. En los EUA esta tasa ha sido muy baja: en 2006 llegaba a casi el 18% (inversión dividida entre el PIB); en el cuarto trimestre de 2008 estuvo en 13.4%; teniendo su momento más bajo hacia junio de 2009 con 11%; en el segundo trimestre de 2010 se encuentra en 12.7%, un punto por arriba de principios de 2009. Esto es, se presenta un estancamiento en la inversión, lo cual ha aletargado la recuperación del país vecino.

Ganancias empresariales
Los capitalistas, productivos o improductivos, especuladores o no especuladores, ellos trabajan por conservar un alto nivel en sus ganancias. La masa de ganancia generada en empresas no financieras y en empresas financieras indica que en 2009 las empresas no financieras cayeron 2.7%, en tanto las financieras crecieron 18.7%; para 2010 las tasas de crecimiento fueron 31.4% y 34.9%, respectivamente. Es interesante este punto ya que indica que si la crisis fue financiera, las primeras empresas en iniciar un proceso de recuperación fueron las que trabajan en este sector, ellas son las que crecen más aprisa que las empresas productivas.

Productividad, costos en la fuerza de trabajo y desempleo
Lo que hace posible que las ganancias crezcan más rápido que los salarios es la diferencia existente entre la productividad por trabajador y el costo unitario de la mano de obra. El índice de costos unitarios de la mano de obra tiene una tendencia decreciente, creció 3% en 2006 y anda en -1% en 2010, en tanto que la productividad por trabajador va creciendo de 4 a 10% en los mismos años. Los costos de la crisis recaen sobre la clase trabajadora: se invierte menos en ella, sus aumentos salariales son exiguos, pero aumenta su productividad. La tasa de desempleo que ya está rondando el 10% evidencia también quiénes son los paganos de esta crisis.

La tasa de interés
Si se relacionan los intereses pagados por las empresas no financieras con las ganancias obtenidas después del pago de impuestos de estas mismas empresas, se obtiene la proporción de los intereses en las ganancias y, por ende, la cantidad que se lleva el capital financiero de las empresas productivas. Así, en 2005 los intereses pagados constituían el 28.2% de las ganancias; en 2006, 26.6%; en 2007, el 41.6%; para 2008, 51.1%; hacia 2009, 54.3% (BEA y ERP, 2010). Esto es, de las ganancias generadas (después del pago de impuestos), las empresas no financieras han pagado de intereses al capital financiero más del 50%.

El papel del capital de préstamo
Veamos la importancia del capital de préstamo en la sociedad estadounidense y cuál es el papel que representan en el total del PIB. Después de llegar a niveles del 30% como porcentaje del PIB antes de la crisis, el capital de préstamo cayó al -4% en 2009 y cerca de -1% en 2010 (FRS, 2010).
Repárese en el comportamiento del capital de préstamo por sectores. Aquí resulta evidente que las empresas financieras son las que más acuden a los préstamos (más del 30% del total), seguidas de los hogares (20%) y de las empresas productivas (25%). Esto es importante porque pone de relieve al sector del capital hegemónico de la economía norteamericana, el capital financiero.

La cuestión del endeudamiento
La economía de EUA ha tenido como un propulsor importante a la deuda pública. Es tan relevante su presencia que significa varias veces el PIB de ese país. La deuda pública y privada representó 3.26 veces del PIB en 2005, 3.64 en 2008, para ubicarse en 5.04 veces en el primer trimestre de 2010 (dato anualizado).
Puede decirse que la deuda pública, por sí misma, no significa un problema acuciante, la dificultad estriba cuando se precisa hacia dónde se dirige esa deuda, cómo es aplicada y cuáles son los sectores económicos beneficiados de la misma. Es muy importante esclarecer que antes de la crisis, durante ella y en estos momentos, dos han sido las secciones hacia donde se ha orientado la deuda: las empresas financieras y los hogares. Pese al fenómeno de las hipotecas subprime, la población norteamericana ha continuado con una tendencia permanente al endeudamiento. Así, los hogares del vecino país tienen una participación en el total de la deuda en un porcentaje que varía del 25% al 47%; en tanto que las empresas financieras acuden a la deuda entre un 20% y un 32% (FRS, 2010).

Capital de préstamo y productivo
El capital de préstamo es superior al capital productivo (en 2006 el primero equivalía al 30% del PIB, en tanto que el productivo significaba 18%); pero en 2010 el capital de préstamo quedó casi en cero por ciento y el productivo en alrededor del 12%, como efecto de la crisis. Si se quiere ser más claro, obsérvese el camino seguido por la economía productiva, en este caso representada por el conjunto del PIB, y el índice del Dow Jones: el PIB crecía entre 5 y 6% en 2006, misma tasa que el índice del Dow Jones; para llegar a un crecimiento cercano al 3% en 2010 para el PIB y 8% para el Dow Jones.

Finanzas públicas y déficit gubernamental
Es importante darse cuenta del peso de las finanzas gubernamentales en la economía norteamericana, toda vez que conjuntamente con ella se encuentra el déficit del gobierno, el cual ejerce presión sobre las tasas de interés.
El gasto del gobierno representó 36% del PIB en 2006, subiendo a 41.6% en lo que va de 2010 (OCDE, 2010). Por su parte, los ingresos gubernamentales tenían un nivel de 33.8% del PIB en el primer año, pasando a 30.9% en 2010 (ibid.). O sea, la injerencia del Estado en la economía de los EUA, dogmas teóricos al margen, es significativa. Pero no sólo eso, también debe destacarse que el gasto público, en épocas de crisis sigue siendo importante ya que es uno de los recursos que permiten a los gobiernos paliar un poco los efectos de la crisis.
Ahora bien, el balance financiero gubernamental pasó de un déficit del -2.2% del PIB en 2006, a un alarmante -10.7% en 2010 (ibid.). Esto embona a la perfección con la situación de crisis por la que atraviesa la economía de ese país, en donde es evidente que el gasto está creciendo más rápido que los ingresos y esto deviene en déficit. Un déficit de casi 11% del PIB profundiza el nivel de la deuda pública de ese país. De esta manera, tenemos que los pasivos financieros del gobierno eran del orden de 61.9% del PIB en 2006, para quedar en 89.6% en lo que va de 2010 (ibid.). Esta deuda obliga a que el gobierno pague por concepto de intereses el equivalente al 1.8% del PIB en 2006, y 1.9% en 2010 (ibid.).
Estados Unidos atraviesa por una crisis de gran envergadura que abarca tanto la economía productiva como las finanzas del gobierno. El hecho de que la administración de Obama deba casi 90 centavos de lo que genera en su PIB, habla de una situación de insolvencia económica seria, sobre todo si se recuerda que las actividades prioritarias en la economía norteamericana no son productivas y que la especulación ocupa un papel preponderante.
Dice Hansen que si los gastos públicos, además de ser creadores de utilidad, eficacia productiva e ingresos, pueden dar empleo y generar ingresos (Hansen, 1973), entonces el nivel de vida de la población puede mejorar. Sin embargo, lo que se advierte en la estructura pública del gasto es que las dos terceras partes se dedican a la función de recursos humanos (educación, formación, empleo, servicios sociales, salud, seguridad social y pago a veteranos de guerra); un 17% a defensa; 4% a recursos físicos (energía, recursos naturales y medio ambiente, créditos a vivienda, transporte, comunidad y desarrollo regional); alrededor del 10% al pago de intereses sobre la deuda; y un 4% a otras funciones (asuntos internacionales, ciencia y tecnología, investigación espacial, agricultura y administración pública) (usgovernment, 2010).
Esto habla de una organización del gasto que redistribuye el ingreso, desembolsa cantidades importantes en “defenderse”, eroga para el pago de intereses y dedica poco recurso a actividades productivas.

El sector externo
Estados Unidos se ha vuelto un país importador, dependiente de lo que sus socios comerciales le vendan. Esta es una tendencia que se ha venido acrecentando con el paso de los años. El saldo de la balanza comercial de EUA es deficitario, llegando a poco más de 200 mil millones de dólares (MMD) en 2006, para pasar a poco más de 100 MMD en 2010. Ante una situación de esta naturaleza, la opción por la Inversión Extranjera Directa (IED) en los Estados Unidos se ve como posibilidad para paliar de alguna manera la insuficiencia de capitales al interior de ese país. EUA se ha convertido en un importador neto de capitales; ha devenido en receptor de capitales que se dirigen tanto a la esfera productiva como a la especulación (inversión en cartera). Asimismo, este crecimiento de la IED ha convertido a EUA en un país dependiente financieramente del resto del mundo.
Por último, EUA se ha convertido en un país que transfiere cantidades importantes al resto del mundo. En lo que va del 2010, se han mandado casi 120 billones de dólares al exterior por concepto de transferencias (FRS, 2010).

BIBLIOGRAFÍA
1. BEA, www.bea.gov, consultado en septiembre de 2010.
2. Economic Report of the President, Washington, febrero de 2010.
3. FRS, www.federalreserve.gov, consultado en octubre de 2010.
4. Hansen, Alan, Política fiscal y ciclo económico, ed. FCE, México, 1973.
5. OCDE, www.oecd.org consultado en septiembre de 2010.
6. usgovernment, página electrónica, consultada en septiembre de 2010.

* Profesor-investigador del CIESTAAM de la Universidad Autónoma Chapingo. Investigador nacional.

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