viernes, 17 de junio de 2011

Al Filo, junio 2011

Al Filo, revista del mundo del trabajo, junio2011

EGIPTO Y EL NUEVO MUNDO ÁRABE


Héctor Mora Zebadúa

“Se nos venían encima, y nos organizamos rápidamente, pusimos chapas, las alzamos

como una barrera, con eso nos escudábamos y armamos un frente de combate”…

“Un chico árabe inglés al lado mío esquivaba piedras y escribía desde

el celular en twitter lo que iba ocurriendo. Ni yo lo podía creer”,

Marcelo Cantelmi, Clarín, 6-2-11

“Antes yo miraba la televisión, ahora es la televisión la que me mira a mí”

Alain Badiou, Revista Ñ, 8-3-11


“Por ahí se pusieron también los médicos para recoger a los heridos. La peor batalla fue en la madrugada entre el miércoles y el jueves. Tardamos cinco horas en empujar a los invasores hasta más allá del museo de El Cairo y los puentes, porque había tipos de ellos en los techos de los edificios tirándonos desde las alturas. El ejército estaba pero siempre deja que nos matemos hasta que comenzamos a ganar nosotros y entonces ahí sí interviene para parar la lucha” (Marcelo Cantelmi, enviado especial Clarín, Buenos Aires, 6-2-11 http://www.clarin.com/).

El pueblo egipcio salió a pelear contra el aumento del precio del pan y la comida, contra el desempleo masivo y los salarios de hambre. La gran mayoría de los manifestantes no tienen filiación política; es una enorme masa harta de un régimen despótico.

Dentro de la plaza Tahrir se multiplicaron las tiendas de campaña. Sobraba la comida y se cantaban canciones populares. Se obtuvo electricidad de los semáforos. Además de varios hospitales de campaña, también había pequeñas enfermerías para curar a los artilleros que iban al frente a lanzar las piedras. La defensa de la plaza a base de barricadas y piedras funcionó todos esos días. En el extremo sur de la plaza Tahrir, junto a la mezquita, acamparon los Hermanos Musulmanes. Abdel Fatah Saba, dijo: "No queremos instaurar la sharia [ley islámica], eso es algo que tendrá que decidir el pueblo. Aquí todos somos egipcios con el mismo objetivo" (Oscar Abou-Kassem, enviado especial, El Cairo Público, Madrid, 6-2-11 http://www.publico.es/).

El joven Tarek llegó a la plaza dos días después de que el gobierno lanzó la policía contra los manifestantes (una acción que dejó 125 muertos). Armó su tienda en un campamento en el que se ven pocas barbas y gorros islámicos y muchas mujeres sin velo y con jeans apretados. Los musulmanes más firmes, armaron su campamento al otro lado; allá no hay mujeres. “Aquí todos odiamos a Hosni Mubarak”, aclara Tarek. (Marcelo Cantelmi, El Cairo, Clarín, 6-2-11).

El sábado, después de la gigantesca movilización del viernes, el lugar esta lleno. Los relatos de las batallas y la resistencia se hacen leyendas. Omara Rasidi y Mortaz tienen el cuerpo forrado de heridas; marcas de los golpes de piedras, de balines de la policía del primer día de represión y cortes en los choque a trompadas con los oficialistas. Abel Fatah Sahn y Amai Awari son miembros de los Hermanos Musulmanes. Dejaron a sus hijos con sus mujeres y se vinieron: “Todos queremos un gobierno honesto y un gobierno honesto no tiene que ser solo islamita, tiene que ser honesto(Marcelo Cantelmi, Clarín, 6-2-11).

Ahmed de 23 años, terminó la carrera de publicidad en la universidad de El Cairo: “Esto empezó en Facebook. Hace seis meses que veníamos intercambiando, hablando del régimen de lo que no queremos y de lo que queremos. Era todo clandestino. En Egipto no se puede hablar, es como vivir en una prisión. Por eso se usan mucho las redes sociales”. (Marcelo Cantelmi, Clarín, 6-2-11).

Jóvenes médicas, venidas de las provincias para curar a los heridos, durmieron en medio de un círculo de jóvenes violentos, y están más tranquilas de lo que han estado jamás… Vemos a una fila de cristianos hacer guardia de pie para cuidar a los musulmanes inclinados para orar. Vemos a los comerciantes alimentar a los desempleados y a los pobres. Comprobamos, que hubo centenares de muertos y que todavía los hay cada día. Muchos muertos fueron combatientes y mártires. Los lugares políticos y simbólicos del levantamiento tuvieron que ser protegidos al precio de feroces combates contra los milicianos y la policía de los regímenes amenazados (Alain Badiou*, Revista Ñ, Buenos Aires, 8-3-11, http://www.revistaenie.clarin.com/, Traducción de Elisa Carnelli. *Marruecos, 1937, uno de los más prestigiosos filósofos de izquierda en Francia.

Para el movimiento todas las instituciones del régimen eran ilegítimas, tanto del poder ejecutivo como del legislativo. Un sector proponía se nombrará como presidente interino al presidente del tribunal constitucional y que se convocara a una asamblea constituyente. Otros que se constituyera un comité nacional que supervisara la transición. Pero para lograrlo habría que romper la columna vertebral del régimen, el ejército, porque Egipto es una dictadura militar con fachada civil. Sin embargo, la mayoría de la oposición presentó al ejército como un intermediario “neutral”.

El dictador Hosni Mubarak intentó ganar tiempo y desactivar el movimiento, anunciando la dimisión de la directiva del partido oficialista. Washington lo apoyó "Necesitamos un consenso nacional antes de seguir avanzando. El presidente de Egipto debe seguir en su cargo hasta que se pueda avanzar en esos cambios", dijo Frank Wisner, experto en espionaje e intromisión política, enviado especial de EU para “mediar” en la crisis. Pero los insurrectos insistieron en la salida inmediata del presidente. Entonces el régimen intentó responsabilizar al movimiento de la crisis económica y anunció que abrirían los bancos tras una semana de cierre, al tiempo que el ejército no disparó a los manifestantes, aunque tampoco los defendió cuando fueron atacados.

El levantamiento alcanzó un punto culminante el 1 de febrero, obligando a Mubarak a anunciar concesiones. Reconoció la fuerza del movimiento y anuncio el deseo del gobierno de negociar con la oposición, para calmar al pueblo y a las potencias occidentales que demandaban reformas al sistema político. Concedió algunas de las reivindicaciones que formuló el movimiento, cuando inició el 25 de enero (Entrevista a Gilbert Achcar*, ¿Adónde va Egipto?, Faruq Sulehnia, 4-2-11, Traducción de Viento Sur, http://www.vientosur.info/; *profesor de estudios sobre el desarrollo y relaciones internacionales en la School of Oriental and African Studies (SOAS) de Londres, creció en Líbano y es autor de varios libros).

La oposición abarca un amplio abanico de fuerzas. Hay partidos legales como el Wafd. Los Hermanos Musulmanes (la principal fuerza de oposición) no están legalizados, pero son tolerados por el régimen. En 2005, Mubarak presionado por EU, concedió espacio a la oposición en las elecciones parlamentarias. Los Hermanos Musulmanes lograron 88 diputados, es decir, el 20 % de los escaños. En las últimas elecciones de noviembre y diciembre, el régimen decidió cerrar los espacios y los Hermanos Musulmanes solo conservaron un escaño (Entrevista a Gilbert Achcar, Faruq Sulehnia, 4-2-11).

Entre las fuerzas de izquierda, la más grande es el partido Tagammu, que tiene cinco diputados. Hay nasseristas de izquierda y grupos de izquierda radicales, pequeños pero muy activos. Hay movimientos de la “sociedad civil”, como Kefaya, que se constituyó en solidaridad con la segunda Intifada palestina en 2000: rechazó la invasión de Iraq y posteriormente se declaró contrario al régimen de Mubarak. En un intento de huelga general, el 6 de abril de 2008, surgió el Movimiento Juvenil del 6 de Abril.

El líder político más visible es Mohamed el Baradei. Fue director de la OIEA. Al volver a Egipto en 2009, después de dejar la dirección del OIEA, su prestigio personal, reforzado por la concesión del Premio Nobel de la Paz en 2005, le permitió reunir a personalidades y grupos liberales y de izquierda. Muchos veían en el Baradei, que goza de reputación y contactos internacionales, a un buen candidato a la presidencia. Así se formó la Asociación Nacional por el Cambio. Sin embargo, los Hermanos Musulmanes no se entusiasmaron con el Baradei por que no tiene inclinaciones religiosas (les parece demasiado laico) y por que se habría reducido su margen de negociación con el régimen, que les hizo muchas concesiones, como el refuerzo de la censura islámica en cuestiones culturales, por ello Egipto retrocedió mucho con respecto a la secularización que se consolidó bajo Gamal Abdel Nasser en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado (Entrevista a Gilbert Achcar, Faruq Sulehnia, 4-2-11).

El modelo que pretenden reproducir en Egipto algunas fuerzas es el de Turquía, donde la democratización fue controlada por el ejército. Este proceso, creó un espacio que permitió al AKP, un partido islámico conservador, ganar las elecciones. Esas fuerzas, no están por derribar el Estado y por eso cortejan a los militares. Aplican una estrategia de conquista gradual del poder (Entrevista a Gilbert Achcar, Faruq Sulehnia, 4-2-11).

La renuncia de Mubarak el 11 de febrero, dos días después del inicio del movimiento de huelga no es casual. El régimen se encontró ante la disyuntiva: la salida de Mubarak, o la explosión social. Las huelgas dispersas tomaron la forma de una Huelga General que paralizó el país. Al comenzar las huelgas el régimen comenzó a vacilar y el ejército obligó a Mubarak a dimitir porque el sistema se resquebrajaba. El ejército es también una fuerza económica que controla industrias civiles. El gobierno había paralizado la economía con el toque de queda, el cierre de los bancos y de las empresas, pero cuando el gobierno intentó volver a la "normalidad" los trabajadores fueron a las fábricas, discutieron sobre la situación y comenzaron a organizarse y a actuar.

El viernes, durante la marcha de la victoria algunos señalaban con el dedo a los militares: "Ni soñar con que nos roben nuestra revolución como en 1952", "La revolución no ha terminado", "Militares atención, os vigilamos" (Katherine Manca, 26-2-11).

El viernes 11, después de 18 días de movilización, triunfaron los egipcios: cayó Mubarak. Asumió el gobierno de manera provisional el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, bajo el mando del ministro de Defensa, Mohamed Hussein Tantawi, pero no podrá prolongar la vida del viejo régimen. La libertad de manifestación, de prensa, de organización y la huelga fueron conquistados en duros combates políticos. Existe un contrapoder masivo en las calles. La fundación de una nueva Federación Sindical, los comités populares y las organizaciones juveniles tienen un enorme poder adquirido en la lucha. Aunque el Consejo Supremo comanda un poderoso ejército, tiene un poder muy precario y escasa legitimidad, tanto que prohibió las huelgas y nadie le hizo caso. Las huelgas se multiplicaron hasta convertirse casi en huelga general. Paros, protestas y ocupaciones de centros de trabajo ocurrieron por doquier (La Breche, 17-2-11, www.alencontre.org/, Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa).

El gobierno, en manos del vicepresidente Omar Suleiman, se reunió con las oposiciones incluidos los Hermanos Musulmanes, partidos políticos y otros representantes como Mohamed el-Baradei. Al término de la reunión se anunciaron reformas constitucionales y en materia de libertades civiles. Pero, algunos grupos de oposición y el movimiento juvenil prefirieron no participar por el temor de contribuir a reemplazar un régimen autoritario por otro (Mediapart, www.mediapart.fr, Traducción de Alberto Nadal, Viento Sur, http://www.vientosur.info/).

El nuevo gobierno militar tarda mucho en liberar a los presos políticos, presiona a los huelguistas para que vuelvan al trabajo, prohíbe al acceso a los lugares en huelga a los periodistas, mantiene el toque de queda y el estado de urgencia, en vigor desde hace casi 30 años (Katherine Manca, 26-2-11). Por ejemplo, en Mahalla, una de los mayores complejos industriales del Medio Oriente, 24,000 obreros de la fábrica textil estuvieron en huelga durante cinco días hasta el sábado, era imposible acercarse; los militares cortaron la circulación, pues no olvidan que ahí comenzó la huelga general del 6 de abril de 2008, en que nació la coalición que llamó a manifestarse el 25 de enero pasado (Katherine Manca, 26-2-11). Tanto así que por uno de los archivos filtrados a wikileaks sabemos que la Embajada de EU en Egipto predijo en un informe de abril de 2008 sobre la huelga del día 6: "Lo ocurrido en Mahalla es significativo... ha irrumpido una nueva fuerza orgánica de oposición que desafía etiquetas políticas y aparentemente no está relacionada con los Hermanos Musulmanes. Esto puede forzar al Gobierno a cambiar su guión... Lo ocurrido el 6 de abril ha unido a diversas fuerzas de la oposición con numerosos egipcios no activistas, a través de la llamada a la huelga en Facebook, que ha reunido a 70.000 seguidores en la red, y ha cosechado una importante atención nacional. El nexo de los usuarios de Facebook de clase media y alta con sus homólogos pobres de las fábricas de Mahalla ha creado una nueva dinámica". Desde aquella huelga no ha habido una semana sin protestas, manifestaciones o paros en Egipto (Mahalla: ¿incidente aislado o punta del iceberg? Olga Rodríguez, Viento Sur, http://www.vientosur.info/).

Lo más sorprendente de esta revolución es que a pesar de que las principales fuerzas de oposición a los regímenes existentes en toda la región son partidos islámicos, las protestas no se han inspirado en programas religiosos ni han sido encabezadas por fuerzas religiosas. Tal vez porque, como las encuestas muestran desde hace años la democracia es un valor muy apreciado en los países de Medio Oriente, contra los prejuicios de occidente sobre la “incompatibilidad” cultural de los países musulmanes con la democracia. “La falta de democracia ha permitido a las fuerzas integristas religiosas ocupar espacio. La represión y la falta de libertades políticas han mermado las posibilidades de los movimientos de izquierda, obreros y feministas. Así, la oposición es dominada por grupos que se adhieren a ideologías y programas religiosos. Aspiramos a una sociedad en la que estas fuerzas sean libres de defender sus puntos de vista, pero en competencia ideológica abierta y democrática entre todas las corrientes políticas. Para que las sociedades de Oriente Próximo vuelvan a la senda de la secularización política, necesitan la educación política que da una práctica prolongada de democracia” (Entrevista a Gilbert Achcar, Faruq Sulehnia, 4-2-11).

Otro aspecto relevante es la sorprendente extensión de la revolución, pero como dice Jean-Marie Gleize: “Un movimiento revolucionario no se extiende por contagio sino por resonancia. Algo que se forma aquí resuena con la onda de choque emitida por algo que se forma allá”. Esta resonancia es la brusca creación, no de una nueva realidad, sino de un sinnúmero de posibilidades, por el levantamiento popular salido casi de la nada que crea posibilidades desconocidas. En Egipto no se habla de democracia, sino de un “nuevo Egipto”, de un “verdadero pueblo egipcio”, de asamblea constituyente, de cambio total de vida; de posibilidades inauditas y antes desconocidas (Alain Badiou, Revista Ñ, Buenos Aires, 8-3-11).

Por lo pronto, con independencia de las consecuencias a largo plazo en la vida social, en la política interna, en la geopolítica del petróleo, en la inmigración y en la relación con Israel, se nota que la tendencia más radical del movimiento islámico ha perdido influencia y que su franja “participacionista” o moderada, la que acepta actuar en el seno de la sociedad (que no desarrolla movimientos armados y clandestinos) tendrá que adaptarse a una nueva realidad democrática. Los Hermanos Musulmanes son la fuerza política más estructurada, con una inmensa red de asociaciones y tendrán esta responsabilidad (Hacia un nuevo mundo árabe, Gilles Kepel, Le Monde, Traducido para Rebelión por Susana Merino, 6 de abril, www.rebelión.org).

Estas dos tendencias dividen al movimiento islámico desde 1990, pero los atentados del 11 de septiembre (11-S) dieron nuevo impulso a los radicales que tuvieron un papel protagónico durante una década. Pero el ejemplo del martirio ha resultado insuficiente para movilizar a las masas. Por el contrario, la situación política resultante del 11-S otorgó un indulto a los regímenes autocráticos pues se presentaron como los únicos baluartes contra al-Qaida (Gilles Kepel, Hacia un nuevo mundo árabe, Le Monde, Traducido para Rebelión por Susana Merino, 6 de abril 2011, www.rebelión.org). Es el agotamiento del modelo al-Qaida (es decir, el modelo Bush) lo que puso fin a ese indulto y los pueblos tomaron la palabra arrebatándoles el protagonismo a los extremistas. Las sociedades árabes se transformaron en silencio.

Los islamistas no han logrado apoderarse del movimiento ni controlar su lenguaje, a diferencia de la revolución iraní de hace treinta años. El ayatolá Jomeini impuso su retórica y su visión, para controlar la insurrección democrática contra el sha. Los islamistas moderados tampoco han logrado dominar (Gilles Kepel, Le Monde, 6 de abril 2011); para la gente su interpretación del mundo ya es insuficiente. Es sintomático y paradójico que el fenómeno común a todos estos países, es la omnipresencia de la policía secreta que sin embargo no pudo prever los levantamientos, pese a que fueron convocados públicamente en la red, ni se percataron del cambio de ánimo y de percepción del pueblo.

Estas revoluciones llegaron después de décadas de un autoritarismo que impidió toda forma de participación política. No existen, como sucedió en Europa del este, opositores con experiencia política. Y las redes sociales son insuficientes para organizar el descontento, su papel se ha limitado a unificar y difundir la convocatoria. Las nuevas dirigencia deben trascender al espacio virtual y hacerse reales (Gilles Kepel, Le Monde, 6 de abril 2011).

Casi el único rincón del planeta en el que las cosas seguían como antes de la caída del muro, como durante la guerra fría, era el Medio Oriente, recientemente agitado, convulsionado, manipulado y satanizado por la dupla al-Qaida-Bush. Tanto la Unión Europea como los Estados Unidos deseaban cambiar esta situación, para integrar al mundo árabe y más ampliamente al mundo musulmán al mercado internacional y encontrar salida a sus mercancías y capitales, en un nuevo intento por salir de la crisis.

Aunque las revoluciones no se inventan sí se promueven, aprovechan y apoyan. Mohamed el Baradei recibió el premio Nobel de la paz en 2005, lo que lo convirtió en el líder opositor más visible y mejor relacionado con occidente, lo que de suyo no le quita ni legitimidad ni valor moral o político. Ese mismo año el gobierno de Mubarak se vio obligado, por la presión norteamericana a abrir espacios a la oposición. En 2008 las redes sociales (el ciberespacio, propiedad del gran capital) hacen su primer servicio a los sectores opositores en la convocatoria al 6 de abril. Al inicio de febrero de 2011 el gobierno de Mubarak detiene a Wael Ghonim, jefe de márketing de Google en Medio Oriente y en el norte de África por ser uno de los promotores de las manifestaciones iniciadas el 25 de enero (Issandr El Amrani, “Wael Ghonim relaunches the revolution”, The Arabist, 8 de febrero 2011, Le Monde Diplomatique, http://blog.mondediplo.net/, Traducción de Susana Merino, Rebelión, http://www.rebelion.org/), se vio forzado a liberarlo muy pronto, pero su detención no fue producto de la paranoia de una dictadura sino la obviedad que alcanzó a descubrir un servicio de inteligencia torpe y anquilosado.

Es extraordinario que los gobiernos y los medios occidentales hayan asumido que los revoltosos de una plaza de El Cairo son el pueblo egipcio “¿Cómo es esto? Para ellos, el único pueblo razonable y legal, ¿no se reduce en general a la mayoría de una encuesta o a la de una elección?, ¿Cómo es que de repente cientos de miles de revoltosos son representativos de un pueblo de ochenta millones de personas?” (Alain Badiou, Revista Ñ, 8-3-11).

Para contrastar recuérdese que en México en 2006 salimos a las calles a oponernos al fraude mediante el que fue impuesto en la presidencia Felipe Calderón más de un millón de personas y el propio gobierno reconoció que votaron por AMLO quince millones de ciudadanos. Sin embargo, los medios internacionales no vieron en nosotros a la representación de los anhelos del pueblo sino a fanáticos obsesionados que no saben perder y que por lo tanto no son democráticos. Ni la UE ni el gobierno de los EU salieron a decir “Calderón no debe asumir la presidencia porque la elección fue ilegal. Es necesaria una transición a la democracia”. Por el contrario, callaron y apoyaron a la oligarquía antidemocrática y defraudadora. Pero en 2011 tanto EU como la UE bien pronto exigieron la dimisión del dictador.

La caída de regímenes autoritarios de discurso antinorteamericano permite reconfigurar la zona. El autoritarismo estimula el desarrollo de oposiciones duras, fundamentalistas y/o violentas. La democracia permite que crezcan las oposiciones más mesuradas y pacientes. La estabilidad democrática del Medio Oriente permitirá a los EU y a la UE salir de Irak y Afganistán más pronto y dignamente, encubriendo su grave derrota. Se habrá mostrado su incapacidad militar, pero habrán triunfado al dejar regimenes democráticos no antigringos ni antijudios.

Para la derecha que domina Israel, el sionismo, la democratización del medio oriente significa el aislamiento político, la evidencia de su injustificable política racista y violenta contra los árabes y los palestinos en particular. Los sionistas se quedarán sin pretexto para exigir a los EU apoyo, protección y tolerancia al genocidio que practican.

Si todo sale bien, el sionismo deberá dejar el poder en Israel y la tensión belicista en la zona se reducirá. Norteamericanos y Europeos venderán menos armas, pero venderán mayor cantidad de otras mercancías e infraestructura. La estabilidad política y democrática de la región redundará en la estabilidad del mercado y la reducción de los precios del petróleo. Elemento central en la recuperación económica a corto plazo.

La estabilidad del mercado del petróleo dará oportunidad a una más suave y planeada sustitución de esta fuente de energía, tal como viene promoviéndola el capital internacional a través de la ONU, con sus discursos apocalípticos.

El capital internacional desea que la revolución se detenga, que no vaya muy lejos, con derribar a las dictaduras y reducir la presencia del islamismo radical basta. Para Israel, EU y la UE, que raramente protestaron por la represión en Egipto o en Túnez (millones de personas arrestadas, torturadas, condenadas) y que mantienen silencio con relación a Marruecos y otras dictaduras, el peligro no está en la continuidad del régimen, sino en los islamismos, hay temor de que el fundamentalismo sustituya a la dictadura militar.

Los sionistas han creído que es mejor para Israel tratar con dictaduras árabes porque estas garantizan el control de sus pueblos y justifican sus políticas militaristas y racistas, pero con eso sólo han conseguido aislar al país, convirtiéndolo en un gueto encerrado tras un muro (Gilles Kepel, Le Monde, 6 de abril 2011).

Para la derecha israelí, la revolución en Egipto es muy mala noticia. Árabes educados, sin traje de “islamistas”, muchos hablando inglés y defendiendo su idea de cambio democrático sin recurrir a la retórica “antioccidental” es algo peligroso. Que los ejércitos árabes no disparen sobre los manifestantes, es malo para ellos, pues hace que la ocupación israelí en Cisjordania y en la Franja de Gaza y sus políticas de apartheid aparezca como inadmisible. Pero lo peor es la inevitable comparación. Mientras en Egipto se vive una Intifada pacífica y el ejército no dispara contra los manifestantes, e incluso antes de la salida de Mubarak el ministro del Interior que envió mercenarios a reprimir las manifestaciones fue destituido. En Israel los generales que ordenaron la matanza de palestinos y de manifestantes israelíes contra la ocupación, se disputan el puesto de Jefe del Estado Mayor General; ni un general o político israelí tiene problemas por ordenar a las tropas disparar contra civiles desarmados. Así queda en duda que Israel sea un país civilizado, democrático y estable, una isla occidental en un medio de la barbarie y fanatismo islámico árabe. Se le verá como una isla de barbarie y fanatismo en un mar nuevas sociedades democráticas (Ilan Pappé, The Electronic Intimada, http://electronicintifada.net, Rebelión http://www.rebelion.org, Traducido por J. M. y revisado por Caty R.).

Los sionistas tratarán de evitar la paz, harán otra campaña islamófoba. Interferirán para obstaculizar la transición a la democracia y pedirán con gritos histéricos el apoyo norteamericano. Pero, tal vez ahora el gobierno de EU piense que sus intereses no coinciden con los del sionismo y la UE también prefiera la democratización de la región, incluyendo un estado palestino democrático y la caída en Israel del sionismo. Ojala.

CAMALEONICOS CARROÑEROS


José Luis Govea*

Con la experiencia de habernos anticipado a la muerte, con un canto a la vida, hablando con un pintor, le pregunte lo siguiente: ¿amigo? dígame usted, disculpé si lo incomodo al decirle de repente ¿qué sabe del socialismo, de los hombres de la izquierda?, ¿Acaso algún día ha escuchado que estos también luchan con los pueblos, por sus causas, sus anhelos, sus ansias de libertad y justicia? Me contesto. ─No, señor. Yo siempre he sido albañil de plomería, se un poquito como azulejero, más ahorita tan solo pinto, será por la temporada que me contratan par’eso. ¿Ve aquella casa grandota? Me la chingue yo solito. ─Sin duda su esfuerzo es grande y en lo suyo es erudito, pero vamos comprendiendo, quién lleva más beneficios de todo lo que trabaja, se me hace que son los ricos ─Barájela más despacio. Solamente no se tarde, porque me falta bastante pa’darle al muro en la madre. ─Hay tiene usted que hace tiempo, Carlos Max hizo un invento, le llamó lucha de clases y lo derivó en concepto. Mientras nadie comprendía la causa de los tormentos, los pobres se decían: “mientras más trabajo más miseria”. Don Carlos dijo: “Momento. Si el obrero es quien maneja los medios de producción, ahí’sta la contradicción entre ricos y explotados que “no hay ricos si no hay pobreza” y lleguen a lo que yo, el dinero por sí mismo no tiene ningún valor, porque si el obrero no trabaja en las minas de carbón, el patrón y sus secuaces no tendrían ni pal camión. ─La verdad que no le entiendo, porque yo no soy minero, a luego con mi cuchara bien me gano mi dinero, además ese Don Carlos que usted menciona, la neta no lo conozco, no será que con los nombres se marcan los privilegios, porque ahí esta él ese Salinas y también el de teléfonos. ─Casi me dejas sin habla, pero, a ver, haré otro intento: usted para quién trabaja. ─Yo, para las casas Geo. ─¿Ya lo ve?, usted lo ha dicho. Pero, a ver, píensele un poco, quién es dueño de las casas que hace con sus compañeros, ¿ustedes que las trabajan o esos de las casas Geo? ─Le sigo siendo sincero, a mi me pagan par’eso, la verdad usted está loco y no le entiendo ni papa. Eso de contradicciones entre ricos y explotados me late que es pura chafa. Se me hace que con el choro ese quiere hacer su sindicato con mis compañeros, ¡esa bola de huevones! qué confianza he de tenerles, seguro se vuelven charros y luego luego se venden, ¡eso sí que no señor!, mejor sigo como’stoy. ─En eso tiene razón, la confianza se ha perdido. Porque con tanta traición el obrero tiene olvido, ya no busca organizarse y se encuentra dividido. Pero deje que le cuente un asunto acontecido a ver si con esta historia lo dejo algo conmovido. ─Si sigue en el güiri güiri páseme pa’ca ese bulto, porque a mí el supervisor me descuenta todo junto. Sólo le daré atención por la mano que me ha echado, pues no estoy acostumbrado a hablar de lo que no entiendo, pero si me dice cosas sobre todo de los nuestros, con un poco de paciencia alomejor lo comprendo. ─Está bien lo haré con gusto. El primero de junio de 1906 en Cananea, Sonora, cerca de dos mil trabajadores de la GREN CONSOLIDATED MININ COMPANY, inconformes por los malos tratos y porque sus salarios eran menores que los de sus similares norteamericanos, demandaron trato justo y sueldo igual al de los trabajadores gringos. Al recibir la negativa de la empresa, decidieron ir a la huelga inmediatamente. Se dirigieron a las oficinas centrales a invitar a los empleados de confianza, para que se unieran a su movimiento encabezados por Juan Jara Ríos, Manuel M. Diéguez, Esteban Vaca Calderón y el Yaqui Hutema, entre otros. Sin embargo, a pesar de que iban de manera pacífica, al llegar a la maderería principal, fueron recibidos con una descarga de fusilería. Ante aquella cobarde agresión, los obreros repelieron el feroz ataque con piedras, matando a los hermanos Metacalif y a otro de nombre Burt Bush. Los fusileros que en su mayoría eran norteamericanos, junto con algunos Yaquis, viendo que los huelguistas no contaban con armamento, los persiguieron por las calles de la población, obligándolos a refugiarse en la sierra cercana. En su huida los trabajadores alcanzaron a incendiar cinco depósitos de madera, un depósito de semilla, otro de forraje y el edificio principal. El saldo trágico fue de 23 muertos y 22 heridos por ambos bandos. Fueron los sucesos de Cananea, los que constituyeron el primer chispazo de la Revolución Mexicana.

─Ahora sí amigo, le pido su comentario del relato que le he dicho. ─Primero no soy su amigo, usted está de metiche ya hasta me atrase un montón, de verbo no me mantengo y en cuanto a los trabajadores mineros… ¿de Arizona me dijo? ─Cananea, Sonora. ─Todo lo que hicieron estuvo muy bien, creo que hicieron lo suyo, pero pa’que tanto muerto si todo siguió en lo mismo. Ya ve tanto gobernante que no le cabe el empacho ¡Eso sí, en las elecciones de “lengua me como un plato”! ─Eso es otro tema y ya abuse de su tiempo. Pero siendo usted obrero seguro se siente pueblo. ─Claro que sí, mi señor. Soy de Cerro Azul el Grande y viera en los fandanguitos se pone la cosa padre. Las mujeres de mi pueblo son como la fruta buena, apenas cumplen quince años ya’ndan con la panza llena y allá en el entarimado, el son que mejor le bailo es el que versa en la escena, aquí le doy un ejemplo pa’que vea que no soy menso, buena tarde compañero Santamaría, compañero la Tonanzi Guadalupe. Bueno, pero usted quién es, yo ya le di santo y seña, hasta baile el sonecito, se me hace que es candidato a algo similar, me suena. ─No’mbre no se equivoque porque no soy nada de eso, aunque si me identifico como juglar de mi tiempo. Eso sí estoy muy molesto y no con usted, de veras, sino con esos perversos tan cínicos y siniestros que después de la remadrisa que nos han acomodado ahora andan predicando que se empodere la gente. Así lo viene diciendo el Salinas De Gortari, que esta amenazando regresar con Peña Nieto a la grande, por supuesto. Lo que debemos hacer para evitar que regresen, no es el empoderamiento, sino el encabronamiento y el levantamiento de las masas. El Socialismo es lo que sí libera y dignifica al pueblo, todo lo demás es lo de menos; seguiremos en la necia, aunque haya la desventaja igual que aquel viejo tonto que removió la montaña.

Nota: Nos interesa llamar la atención de los jóvenes, sobre todo de aquellos que no saben lo que fue el priísmo en toda su rigurosidad. La sugerencia es que investiguen, pregunten y piensen para que no los confundan, como muestra ahí están los más de 500 desaparecidos de la guerra sucia, el asesinato de Rubén Jaramillo, Lucio Cabañas, Luis Donaldo Colosio, Ruiz Massiu, las atrocidades cometidas en Atenco, etc., etc.…

*Cooperativista y activista social

Las revoluciones no se inventan: los trabajadores egipcios


Celso Tzontecomani

Ante la sorpresa que en occidente causó la revolución democrática en Medio Oriente y en particular en Egipto, algunos intelectuales y periodistas han debido recordarnos que “Las revoluciones no surgen de la nada. No tenemos mecánicamente una mañana en Egipto porque ayer hubo una en Túnez. No es posible aislar estas protestas de los cuatro últimos años de huelgas de trabajadores en Egipto o de eventos internacionales como la intifada y la invasión de Iraq”, como lo hizo en entrevista para la cadena Al-Jazeera el periodista Hossam el-Hamalawy (Mario Hernández, El movimiento obrero egipcio, Rebelión, http://www.rebelion.org/). En efecto, las revoluciones no surgen de la noche a la mañana o espontáneamente. Por ejemplo, entre 2004 y 2009 hubo más de 3 mil protestas de trabajadores en Egipto, aunque algunos consideran que este dato subestima “las protestas políticas egipcias tanto en escala como por las consecuencias”, como Joel Beinin, profesor de la Stanford University, que afirma que la agitación obrera de Egipto es“…el mayor movimiento social del mundo árabe desde la Segunda Guerra Mundial”. Aproximadamente un 28% de la fuerza de trabajo egipcia está sindicalizada y la mayor parte de sus miembros son trabajadores del estado (David Macaray*, Counterpunch http://www.counterpunch.org/ Traducción de Ana Maria Garriga www.sinpermiso.info. *dramaturgo de Los Ángeles, autor de “Nunca ha sido fácil: ensayos sobre el sindicalismo moderno”. Fue presidente de la unión sindical AWPPW Local 672 durante 9 mandatos). En contraste la sindicalización en los EU es del 12.4% y en México a penas llega al 10%; incluyendo charros, sindicatos blancos y contratos de protección.

También la embajada norteamericana vio con sorpresa lo que ocurría: "... ha irrumpido una nueva fuerza orgánica de oposición que desafía etiquetas políticas y aparentemente no está relacionada con los Hermanos Musulmanes. Esto puede forzar al Gobierno a cambiar su guión...”. En esos términos se expresó, con relación a la huelga de las fábricas de Mahalla el 6 de abril de 2008 y no se equivocó porque desde aquella huelga las manifestaciones en Egipto son casi constantes y en aquella huelga nació el movimiento civil y juvenil “6 de abril” (Mahalla: ¿incidente aislado o punta del iceberg? Olga Rodríguez, Viento Sur, http://www.vientosur.info/).

El movimiento sindical egipcio es muy joven. Hasta 1942 se legalizaron los sindicatos y en 1952 (cuando la monarquía fue derrocada) se permitió la formación de federaciones y posteriormente la formación de una “confederación nacional del trabajo”. (David Macaray, Counterpunch). Pero casi no existen sindicatos independientes.

Los trabajadores fueron muy reprimidos en los años 80 y 90, la policía utilizó munición de guerra contra huelguistas en 1989 en las plantas siderúrgicas y en 1994 en las huelgas de las fábricas textiles. Pero las grandes protestas de los trabajadores industriales en 2004, de las empresas estatales y ex estatales del Delta del Nilo encendieron la mecha. Desde entonces no ha pasado una semana sin que se produjeran decenas de protestas. A partir de diciembre de 2006 se viven las mayores y más sostenidas huelgas desde 1946. Hubo manifestaciones que reunieron más de 10.000 trabajadores. En 2006 se produjeron 227 huelgas en todo el país; en 2007 se elevó a 580 (Mario Hernández, El movimiento obrero egipcio).

La huelga de Kafral-Dawwar en febrero de 2007 se sostuvo varios días y una huelga en la fabrica textil de Abu-Makaram, en la ciudad de Sadat, duró 3 semanas (54 dólares mensuales era el salario; 720 pesos). La segunda huelga de Mahalla, de septiembre de 2007, duró seis días.

En los 3 primeros meses de 2008 se realizaron 389 huelgas y protestas. El resultado de esas luchas fue que se crearon dos sindicatos independientes, los primeros desde 1957, el de los cobradores de contribuciones de bienes raíces, que incluye a más de 40.000 empleados públicos y el de los técnicos de la salud, más de 30.000. En abril de 2008 se realizó una huelga general contra el alza del pan, del costo de vida y por aumentos de salarios. En esta ocasión irrumpen por primera vez los jóvenes a través de Facebook y de Twiter en solidaridad con los trabajadores y sus reivindicaciones, los llamados “Jóvenes del 6 de abril” (Mario Hernández, El movimiento obrero egipcio).

En 2010 los tribunales dieron la razón a quienes demandaban actualizar el salario mínimo fijado desde hace décadas en 35 libras (unos 7 dólares; 84 pesos). El gobierno propuso 400 libras. Los demandantes exigían $1,200.

Al calor de la movilización iniciada el 25 de enero de 2011 se reunieron “el sindicato de los empleados de los impuestos de propiedad de la tierra, el sindicato de los técnicos de la salud, la asociación independiente de los profesores, así como varios grupos independientes de obreros de la industria, representantes de distintas empresas”, para fundar la Federación de los Sindicatos Independientes de Egipto, el 30 de enero. En su declaración señalan que “a pesar de no contar con sindicatos independientes, durante los últimos cuatro años [los trabajadores] han defendido sus derechos y han sido capaces de atraer a sectores sociales más amplios y de ganar simpatía en la sociedad”. Afirman que esa “lucha abrió la vía en Egipto a la actual revolución del pueblo” y rechazan “que la “gubernamental” Federación General de los Sindicatos los represente y hable en su nombre”. Advierten que “para que se obtengan las exigencias de la Revolución del pueblo y la juventud iniciada el 25 de enero de 2011”, es necesario se cumpla lo siguiente: “el derecho al trabajo debe ser garantizado y respetado por el Estado”... “Salario mínimo de 1,200 libras egipcias [150 euros; 2,550 pesos], con aumentos anuales”… “Derecho a indemnizaciones por daños debido al ambiente y los riesgos del trabajo”... “El salario máximo no debe superar en diez veces al salario mínimo”… “Derecho a protección social, a la salud, al alojamiento y a la educación gratuita científica y tecnológica”... “Derecho de los jubilados a una pensión con todos los bonos y primas”... “Derecho a organizarse en sindicatos independientes”... “La liberación de todas las personas detenidas desde el 25 de enero” (www.alencontre.org/, Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa). Habrá notado el lector que los trabajadores egipcios demandan justo lo que hoy el PRI trata de arrebatarnos a nosotros con su propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo.

Desde el principio los trabajadores participaron en las protestas, pero fue el gobierno quien paralizó la economía con el toque de queda, el cierre de los bancos y de las empresas. Cuando el gobierno intentó reactivar la economía los trabajadores volvieron a las fábricas, discutieron sobre la situación y comenzaron a organizarse y a actuar. El domingo 6 de febrero con la vuelta al trabajo, se inician las huelgas. En Suez más de 2,000 trabajadores exigieron su derecho al trabajo. En Mahalla, más de 1.500 trabajadores de la empresa Abu El-Subaa cerraron la carretera, para exigir el pago de sus salarios. Otros 2.000 empleados de la farmacéutica Sigma, en Quesna, se declararon en huelga por mejores salarios. En El Cairo, más de 1.500 trabajadores de la limpieza demandaron aumento de salario y contratación indefinida y los trabajadores de las telecomunicaciones también fueron a la huelga. Alrededor de 1.000 obreros de la fábrica de cemento de Lafarge en Suez fueron a la huelga por la formación de un sindicato y en apoyo a la revolución. El mismo domingo 6, Hossam el-Hamalawy, periodista y bloguero egipcio del sitio 3arabawy informó que "Una planta siderúrgica en Suez, una fábrica de fertilizantes y otra textil en huelga han echado a sus gerentes y están autogestionando su empresa.”

El martes 8 profesores universitarios marcharon en apoyo a la revolución, uniéndose a los manifestantes de la Plaza Tahrir. El miércoles 9, los periodistas se reunieron en la sede de su sindicato, demandando la destitución de su dirigente. El personal técnico del ferrocarril en Bani Suweif hizo huelga. Por lo menos dos fábricas de producción militar en Welwyn también y miles de trabajadores petroleros protestaron. Los trabajadores del metal y el acero en Helwan, convocaron a una gran marcha para el viernes 11 hacia la Plaza Tahrir, demandando la inmediata salida de Mubarak; confiscación de la fortuna y las propiedades del régimen; creación de sindicatos independientes; recuperación de empresas del sector público y llamamiento a una Asamblea Constituyente. Los trabajadores de la Compañía del Canal de Suez de las ciudades de Suez, Port Said e Ismailia ocuparon las instalaciones demandando aumento salarial y mejoría de las condiciones sanitarias (Mario Hernández, El movimiento obrero egipcio).

Hosni Mubarak cayó el 11 de febrero, dos días después de la generalización de las huelgas. No obstante, los trabajadores siguieron con sus huelgas y ocupaciones. El sábado 12 de febrero, 4.000 obreros de los almacenes del este del Delta (Ismailiya, Mansoura, Suez, Port Said) se declararon en huelga por un aumento salarial del 70% y ajustar todos los salarios a los del CDI (Contrato de Duración Indeterminada) y la salida del director financiero. Los 1.200 empleados de la azucarera de el Fayoum hicieron huelga por incremento a sus salarios, reintegrar a los despedidos y juzgar a los directivos corruptos (La Breche, 14-2-11, www.alencontre.org/, Traducción de Ernesto Herrera - Correspondencia de Prensa).

En cuanto quedó a cargo del gobierno el Consejo Supremo prohibió las huelgas, pero su exigencia no conmovió a los trabajadores. Por ejemplo, los obreros de la fábrica más grande de Egipto “Compañía Hilos y Tejidos de Egipto” (que emplea a 24.000), en Mahalla, una de los mayores complejos industriales del Medio Oriente, sostuvieron la huelga desafiando las advertencias de la junta militar de que no tolerará más protestas, alrededor de 15.000 trabajadores (AFP, Rebelión, Uruknet, www.uruknet.info), pero era imposible acercarse a la fábrica; los militares cortaron la circulación. Trataban de aislar la protesta, pues no olvidan que fue en Mahallah donde nació el 6 de abril de 2008 el movimiento que llamó a manifestarse el 25 de enero (Katherine Manca, desde El Cairo, Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), Francia, 26-2-11, http://www.npa2009.org/, Viento Sur, http://www.vientosur.info/, Traducción de Faustino Eguberri). Las huelgas se multiplicaron. Siguieron movilizados los trabajadores de los ministerios, incluido el del Petróleo, de la Salud y la Cultura, reclamando mejora salarial y la salida de los altos funcionarios corruptos. Hicieron paros, protestas y ocupaciones de sus instalaciones por mejoras en sus condiciones de trabajo los obreros textiles, ferroviarios, de telecomunicaciones, de correo, bancarios, maestros, petroleros, del aluminio, farmacéuticos y del Canal de Suez (La Breche, 17-2-11).

Después de rechazar un aumento de 11%, los 10.000 empleados de Correos prosiguieron su huelga. Miles de asalariados de la petroquímica y el Ministerio de la Agricultura, continuaron sus huelgas para obtener el reembolso de las diferencias salariales con los CDD (Contrato de Duración Determinada). 9.000 obreros de la fábrica de aluminio de Naga Hamadi amenazaron con la huelga si el gerente ejecutivo no era suspendido y juzgado. Los 1.500 trabajadores del hospital público de Kafr el Zayat levantaron la ocupación el 11 de febrero, al lograr la dimisión de dos directores, el pago de salariales atrasados, y la contratación del CDI (La Breche, 14-2-11).

Miles de trabajadores en los transportes públicos protestaron en el-Gabal el-Ahmar, los eventuales en Helwan Steel Mills también. Los técnicos del ferrocarril siguieron deteniendo los trenes. Miles de obreros en el-Hawandiya Sugar Factory protestaron y los del petróleo fueron a la huelga por reivindicaciones económicas.

En el sector de la industria química y farmacéutica, 1.000 trabajadores, en Shubra, El Cairo, se declararon en huelga el 27 de febrero. 300 trabajadores en una empresa de lino, entraron en huelga exigiendo el pago de salarios atrasados, mejora salarial y los días de vacaciones como la ley establece (La Breche, 2-3-11, www.alencontre.org/, Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa).

Finalmente, por el momento, el viernes 25 de febrero se constituyó una coalición que reúne “a un grupo de dirigentes obreros” con el fin de “reafirmar los principios revolucionarios en favor del cambio, la libertad y la justicia social”. Ratificaron su adhesión a la Revolución del 25 de enero cuyo lema es: “Cambio, Libertad, Justicia social” y propusieron integrar un Consejo Presidencial Civil para dirigir la transición y formar otro gobierno constituido de órganos nacionales competentes y completamente independientes del régimen actual. Levantar de inmediato el Estado de Urgencia. Liberar inmediatamente a todos los presos políticos. Desmontar el aparato de información y seguridad del Estado. Llevar a juicio a las figuras que simbolizan la corrupción y recuperar las riquezas que se confiscaron. Libertad sindical y salarios equitativos, derecho a la seguridad social y a los seguros de enfermedad, derecho a la educación y a la vivienda, derecho de huelga y de resistencia colectiva. (La Breche, 2-3-11, www.alencontre.org/, Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa).

Miles de trabajadores de todos los sectores continuaron haciendo huelgas para exigir salarios atrasados, aumento del salario mínimo, la creación de sindicatos libres, la recuperación o autogestión de empresas públicas que fueron cerradas o vendidas, y su nacionalización. Desde 2004 Egipto vivió más de 3.000 protestas de trabajadores. Esta revolución mostró que no todos los musulmanes son islamistas, que hay islamistas demócratas, árabes que no son musulmanes y musulmanes que desean estados laicos y que en Medio Oriente también hay obreros, hombres y mujeres, con demandas sociales e ideales progresistas y laicos, incluso socialistas, comunistas o ateos (Olga Rodríguez, Viento Sur, http://www.vientosur.info/).

ECONOMÍA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO: 2007-2010


Víctor H. Palacio Muñoz*

La economía mexicana sigue debatiéndose entre la crisis y el estancamiento. En este artículo proporcionamos algunos elementos que fundamentan con claridad lo que ha pasado durante los años de gobierno encabezado por Calderón

Principales variables macroeconómicas

La tasa media de crecimiento anual (TMCA) de la oferta y la demanda, agregadas en estos años han tenido el siguiente comportamiento. El PIB se encuentra prácticamente estancado con un 0.14%; las importaciones andan en 0.53%; el consumo privado, -0.17%; el consumo del gobierno, 1.81% (dato que muestra la necesidad de estimular a la economía desde el lado del gasto gubernamental), la acumulación de capital -1.0% y las exportaciones 1.87% (Banxico, 2010). Se observa que todas las variables macroeconómicas se han estancado a lo largo de 4 años del segundo gobierno panista. Y, por lo tanto, no se vislumbra el final de la crisis y el estancamiento.

El PIB del país ha tenido un estrecho margen de movimiento, con caídas significativas en 2009 e inicios de 2010. En el segundo trimestre del 2010 inicia un incremento. Sin embargo, las tendencias de la economía norteamericana no son del todo halagüeñas, a lo que se aúna el incremento de los precios del petróleo como producto del conflicto en los países árabes.

Por su parte, el motor que mueve a cualquier economía, la acumulación de capital o inversión fija bruta, se mantiene estancada, lo que pone en serios problemas al patrón neoliberal de acumulación. El crecimiento de una economía no se puede fincar con un incremento promedio anual del 1%. Este dato evidencia el fracaso de la gestión de Calderón.

Distribución del valor generado

Estos datos muestran cómo se distribuye la riqueza generada en el país: en promedio, el 80% es plusvalía (la parte del valor generado que se apropia el empresariado); el 20% restante va para los asalariados productivos; a los trabajadores improductivos (comercio, servicios, etc.) se les transfiere lo generado por los trabajos productivos (SCNM, 2010).

La explotación de los trabajadores como determinante de la posible recuperación económica

Se paga a 17 centavos la hora trabajada a los obreros productivos y, paradójicamente, a 33 centavos a la totalidad de los asalariados. Por cada hora trabajada los empresarios se agencian 83 centavos y a los trabajadores les tocan 17 centavos de cada peso del valor que generan. Para el conjunto de la economía, los trabajadores se quedan con 33 centavos y los empresarios con 67. En 1 hora los empresarios se quedan con 50 minutos y los obreros con 10 minutos. En toda la economía la relación es de 40 minutos para empresarios y 20 para trabajadores (Ibíd.).

Esta explotación es más notoria en algunos sectores de la economía, los cuales han servido de propulsores del crecimiento económico (a costa de incrementar la explotación de los trabajadores) y, por tanto, de la incipiente recuperación económica, como el de minerales metálicos y no metálicos (en donde destaca el Grupo México: pasta de Conchos, Cananea, etc.) con 24.4% de TMCA; manufactura, 11.6%; y comercio, 16.1% (Banxico, 2010).

La industria manufacturera

La manufactura ha sido también un pivote significativo en este proceso recuperatorio (11.6%). Es evidente, y esto es lo interesante, que para que una economía salga adelante después de un proceso de crisis económica, sólo puede hacerlo con el concurso de las actividades productivas, las que crean riqueza, y a costillas del esfuerzo y de los excedentes proporcionados por los trabajadores.

La cantidad de obreros contratados creció en promedio anual -1.24% en el periodo; el índice de volumen físico de la producción manufacturera creció a -0.41%, pese a que en pesos el aumento fue de 11.6%; el índice de las horas-hombre trabajadas por los obreros fue de 0.13%; los salarios tuvieron una TMCA negativa de -2.43% (INEGI, 2010). Al dividir el índice de producción entre el de obreros ocupados, nos arroja que la productividad creció 1.16 y 1.12 en 2010, o sea, bajó el número de obreros contratados, las horas laboradas tuvieron un mínimo crecimiento, los salarios se cayeron y aún así la productividad y, por ende, la explotación se incrementaron.

Por otro lado, resulta interesante destacar que las ganancias en la industria manufacturera tuvieron una TMCA de 35.59%, mientras que los salarios retrocedieron en -2.43% (INEGI, 2010 y BANXICO, 2010).

Los pasivos externos en 2009: sostén y amenaza de la economía

Un severo problema que tiene la economía mexicana es el alto nivel de dependencia de recursos financieros externos, lo cual la pone al borde de la quiebra. La deuda externa (pública, privada, Banxico y bancaria comercial) es de 191 MMD (miles de millones de dólares); inversión extranjera (directa, de cartera y otras): 660 MMD; los pasivos externos suman 851 MMD; esta cantidad es equivalente al 97.2% del PIB nacional (875 MMD); de cada dólar generado se adeudan 97 centavos de dólar; la inversión extranjera en cartera es de 275 MMD; otras inversiones en créditos y depósitos: 75 MMD. Total de inversión con posibilidad de orientarse a la especulación: 350 MMD. Si la mitad de esa inversión se destina a la especulación, 175 MMD, tendríamos que más del doble de nuestras reservas internacionales estarían comprometidas.

La cuestión social

En las últimas semanas de marzo, el gobierno federal, de manera destacada Calderón, ha planteado que el país prácticamente vive en jauja en cuanto a su problemática social, que la pobreza ha disminuido y que los ingresos han mejorado notablemente para la mayoría de la población.

Del total de ingresos que reciben los hogares, 80.1% es monetario y 19.9% no monetario. De los primeros, la mayor parte (62.5%) proviene de las remuneraciones que reciben los integrantes del hogar por un trabajo subordinado; le siguen en importancia los ingresos que reciben los trabajadores independientes (15.8%), y las transferencias recibidas por parte de instituciones gubernamentales, privadas o de otros hogares (12.4%), por citar las fuentes más importantes.

Entre 2006 y 2008 el ingreso corriente total de los mexicanos bajó en -1.6%, el ingreso monetario creció 0.6% y el no monetario -9.7%. El 60% de la población detentaba el 27% del ingreso en 2002, para llegar al 26.7% en 2008; en tanto que el 10% de la población concentraba el 35.6% y 36.3% en los mismos años (ENIGH, 2008). Esto indica que se polariza cada vez más el ingreso y sólo unos cuántos salen beneficiados en momentos de crisis económica, como lo demuestran los porcentajes de 2008.

Ahora bien, ¿en qué gasta la gente? Antes de la crisis, en 2006, el 29.4% se iba en alimentos, bebida y tabaco; en 2008, este gasto subió a 33.6%; transporte y comunicaciones se mantuvieron en 18.9% y 18.4%, respectivamente; pero el gasto para educación y esparcimiento bajó de 15.5% en 2006 a 13.5% en 2008 (Ibíd.). Más del 65% del gasto se va en estos rubros, siendo evidente que con la crisis, la situación empeoró.

Referencias

1) www.banxico.org.mx, consultado en marzo de 2010.

2) www.inegi.gob.mx, consultado en marzo de 2010.

3) www.inegi.gob.mx, SCNM (sistema de cuentas nacionales de México) consultado en marzo de 2010.

4) www.inegi.gob.mx, ENIGH (encuesta nacional de ingreso y gasto de los hogares de México), consultado en marzo de 2010.



* Profesor-investigador del CIESTAAM de la Universidad Autónoma Chapingo.

POSTUMA TRAICIÓN DEL NUEVO PRI


Martín Trinidad*

238 diputados priístas presentaron ante la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo, con la que pretenden arrebatar sus derechos a los trabajadores.

No conformes con las mil y un traiciones que han perpetrado contra los trabajadores: manipulación de los sindicatos, corporativismo, acarreo, clientelismo, charrismo, represión, autoritarismo, control y congelamiento de salarios, liquidaciones masivas, desaparición de contratos ley, anulación de contratos colectivos, venta de empresas paraestatales, rompimiento de huelgas, anulación del derecho de jubilación, contratos de protección, sindicalismo blanco, alianza con la derecha para imponer el neoliberalismo y otras lindezas por el estilo, ahora los priístas quieren borrar de la Ley los derechos que ellos se encargaron de propiciar que fueran violados día a día.

Su enfermiza obsesión por regresar al poder, a disponer vidas y haciendas, impele a los priístas a adelantársele al PAN para que no le quepa el dudoso honor de lanzar la última palada sobre la tumba de la Constitución. Al tiempo que intentan convencer a los empresarios de que son la mejor y más vil opción.

En este trance el PAN sufre, pues debe decidir entre sabotear a su rival electoral o apoyar a su hermano ideológico. Si apoya la reforma, el borrachín cargará con el costo en popularidad. Si intenta oponerse los patrones no lo perdonarían y quizá saldría derrotado, pues al PRI sólo le hacen falta trece gusanos para imponer su reforma, que son fáciles de encontrar o comprar en el resto de partidos.

Los priístas son irresponsables, autistas y electoreros: electoreros porque promueven la reforma a toda prisa para que no les empañe el escenario electoral de 2012. Son autistas porque no ven y no oyen, para ellos sólo existen su partido y los patrones. Le hablan sólo a los empresarios, no a la mayoría de los mexicanos, pues cuentan con que nuestro voto no cuente; están seguros de lograr imponerse mediante un fraude electoral. Y son irresponsables porque su reforma empobrecería más a los trabajadores, por lo que la demanda en el mercado interno se achicará y la posibilidad de vender lo producido sería menor. Este fue uno de los factores que desató la gran crisis internacional en 2008: luego de años de abatir los ingresos de los trabajadores las economías vivieron del crédito, es decir, del dinero que aun no existe.

En la exposición de motivos de la iniciativa dicen que la Constitución del 17 trajo consigo la creación del artículo 123, pero en realidad el contenido de dicho artículo es resultado directo e inmediato de la revolución. Desde 1914, antes incluso de la convención de Aguas Calientes, en los congresos de más de 10 estados de la República se aprobaron leyes laborales. Este hecho demuestra que es mentira que el 123 sea una concesión del carrancismo, una dadiva de la burguesía o un arrebato legislativo impuesto por el ala radical del constituyente.

Se escandalizan de su propia obra, pues en el tercer trimestre de 2010 “la población desocupada ascendió a 2.6 millones”, otros 3.8 millones se encuentran en el subempleo, 12.4 millones más padecen el empleo precario en el sector informal, más de 3 millones no reciben salario por su trabajo y para remate son explotados más de 3.5 millones de niños entre los 5 y los 17 años de edad. ¡Chulada de país construyó el PRI!

Advierten que “Frente a las nuevas características del mercado laboral… es necesario un Estado fuerte y eficaz” que “incentive y promueva un nuevo concepto del empleo”. Pero para ellos un Estado fuerte y eficaz es el que no cumple sus obligaciones y arrebata derechos a los trabajadores y su nuevo concepto, el empleo precario, se inventó hace tiempo, bajo gobiernos priístas.

Prometen que habrá “respeto de los derechos laborales, pero adecuándose a las nuevas necesidades de la productividad que demanda la economía”. No hay tal respeto pues productividad es un eufemismo para no decir incremento de la ganancia patronal a costa de los trabajadores.

Se justifican afirmando que “Es necesario generar confianza en la inversión productiva privada e internacional que cree empleos”. Confianza es otro eufemismo para no decir garantizarles trabajadores baratos, sin derechos y desechables.

Luego explican que por los cambios globales vivimos un proceso de ajuste de las formas de producir y de organizar el trabajo, que algunas han quedado fuera de la ley pues cuando fue redactada “muchos aspectos de la realidad eran diferentes”, por ello es “necesaria una modificación a la Ley Federal del Trabajo”, pero, aclaran, sin “alterar los principios plasmados en el artículo 123” y “el equilibrio entre los factores de la producción”. De manera que la antigüedad motiva la reforma. Durante décadas propiciaron la violación de la Ley, hoy proponen legalizar el delito. Vivimos el total desequilibrio en favor de los patrones, y eso es lo que los priístas desean preservar, no estamos seguros de si los dicen por cínicos o por estúpidos.

Con tierna demagogia tratan de engatusarnos: “Esta propuesta plantea la posibilidad de facilitar el acceso al mercado laboral y la creación de empleos, incluyendo nuevas modalidades de contratación individual que permitirán… crear experiencia”. La obstinación de los patrones de exigir experiencia es una forma de ahorrarse la capacitación de los trabajadores.

“Se propone… la contratación… en períodos de prueba, contratos de capacitación inicial y el trabajo de temporada, pues los trabajadores deben capacitarse y desarrollar nuevas habilidades y experiencia”. El paraíso priísta; un mundo de trabajadores desechables.

Pontifican “Con ello se facilitará el acceso al mercado laboral formal”. Mienten; abaratar la fuerza de trabajo no promueve la formalidad. Las empresas son informales porque así ganan más, no hacen trámites, no requieren licencias, y no tienen que declarar ni pagar impuestos, no porque sean muy altos los salarios.

Nos advierten que “Según los indicadores económicos mundiales, nuestro país se ubica en el lugar 103 en el índice de dificultad de contratación; en el 116 en el costo por despido, por lo que… México tiene la necesidad de realizar cambios”. Entonces nos mintieron cuando eran gobierno porque dijeron que si nuestros salarios se achicaban el país sería competitivo. Y competir abaratando la fuerza de trabajo, además de ser injusto, deteriora la calidad de vida de los trabajadores y daña al conjunto de la economía.

Proponen que el aviso de despido se pueda entregar al trabajador o a la Junta de Conciliación y Arbitraje, para que el patrón no tenga que probar el trabajador se negó a recibir el aviso. Se justifican agregando que esta propuesta se debe a la “pérdida de empleo formal en las micro, pequeñas y medianas industrias que no tiene la capacidad de defenderse”, ¿de quién, de los trabajadores? Ahora resulta que los patrones están más indefensos que los trabajadores. Bueno, frente a los sindicatos mafiosos del PRI sí, pero el 90% de los trabajadores no están sindicalizados.

A los señores del PRI les molesta que los patrones paguen salarios caídos en juicios por despido injustificado que duran varios años, porque, dicen, por esos pagos se pierden empleos y quiebran las empresas. Si ese fuera el caso bastaría con que no despidieran injustamente. Pero, la propuesta priísta es que los patrones paguen máximo un año de salarios caídos, sin importar la duración del juicio, a pesar de que se prolongan años para vencer por hambre al trabajador.

“Para garantizar la paz laboral a largo plazo, conviene olvidar las concepciones que ubican a las relaciones laborales, como una sociedad de suma cero, en donde los derechos de unos son pérdidas para los otros, dado que patrones y trabajadores comparten los objetivos estratégicos del desarrollo nacional”. O sea, no son contrarios los intereses de trabajadores y patrones. No hay clases sociales; la eterna cantaleta priísta. Pero en tal comunidad de intereses no se entiende por qué los patrones se afanan tanto en matar de hambre a los trabajadores.

Se sinceran: “la iniciativa apoya de manera decidida a la empresa, pues es la fuente de los empleos, a fin de elevar la productividad y la competitividad de la economía nacional”. Pero de los trabajadores, de la vida de la gente, nada. Lo que les importa es la empresa y la productividad, un discurso falaz y trasnochado propio de los años 80 del siglo pasado.

En relación a la subcontratación, admiten que su reforma “no tienen como finalidad erradicar tales prácticas”, no intentan erradicar lo injusto o ilegal, es mejor adaptar la ley, eliminar derechos y reglamentar el delito. “Deseamos que el llamado outsourcing no sea visto como una actividad enemiga de la clase trabajadora, sino como generador de empleos, de ingresos”, es decir, la doble explotación y la indefensión del trabajador debe ser bien visto y agradecerse.

Como la constitución dice que el salario debe ser remunerador, los ingeniosos priístas proponen que “para fijar el importe del salario mínimo, se tiene que tomar en cuenta el Índice Nacional de Precios al Consumidor”, que establece el Banco de México, que por casualidad es la institución responsable del control de la inflación y por ello su índice de precios siempre esta rezagado.

“Se recoge el reclamo patronal de poder establecer los horarios de trabajo, los días de descanso, labores complementarias… siempre y cuando se cuente con la aprobación de los sindicatos y a falta de estos, de los trabajadores”. Ya se sabe que los sindicatos sirven para dos cosas y la gran mayoría de los trabajadores no es están sindicalizados.

Como la ley vigente no incluye el concepto de productividad “Se introduce un concepto de productividad, su medición y reparto de los beneficios. Se trata de un concepto que tiene la ventaja de que ya ha sido aceptado por trabajadores y patrones”. Debiera decir aceptado por las ignorantes e ineptas direcciones sindicales. Esto es legalizar la sobre explotación, pues el incremento de la productividad implica multiplicación de la ganancia a costa del trabajo no remunerado.

Para ahorrar dinero a los patrones los priístas dicen “se busca fortalecer la conciliación… al reconocer y formalizar la existencia de conciliadores”. Los conciliadores suele defraudar al trabajador en las procuradurías de defensa del trabajo, convenciéndolo de aceptar acuerdos económicos mínimos advirtiéndole que el juicio se prolongará años y no ganará mucho más de la miseria que se le ofrece.

Con estos cambios a la LFT su carácter tutelar de los derechos de los trabajadores se anularía; se eliminaría la garantía de estabilidad en el empleo; la irrenunciabilidad a los derechos de los trabajadores se mantendría; pero de eso se encargarían los legisladores priístas que se los arrebatarían.

* Exactivista en retiro ideológico